Oh Bienaventurada y Amantísima Señora Sierva del Amor, María Madre llena de Gracia y Misericordia
Instaura en nosotros tus siervos y humildes hijos de forma definitiva, el Reinado del Sagrado Corazón de tu Hijo amado y el Triunfo de tu Inmaculado Corazón.
Para así vivir más plenamente en el amor compartido entre nosotros y que de esta forma de amarnos, se vaya contagiando la humanidad entera de tu propósito de amor.
Amén.