¡Oh, Santo Dios Trino y Uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo!

Que por tu Misericordia infinita a la humanidad has deseado que, por medio de la Santísima Virgen, Sierva del Amor María Madre llena de Gracia y Misericordia, se instaure en nosotros bajo este Sello, el Reinado definitivo del Sagrado Corazón de tu Hijo Jesús y el Triunfo del Inmaculado Corazón de María que Ella viene preparando para la humanidad.

Imprime en nuestros corazones este Sello Santo de la Cruz Redentora en la que nuestro Señor Jesucristo nos salvó y que le has entregado a nuestra Madre como Corredentora para nuestra salvación Eterna.

Haz que al venerar este Sello con profunda reverencia seamos protegidos de todo dardo y ataque del demonio y por la intercesión de nuestra Madre, bajo este Sello seamos liberados de nosotros mismos para amar de la única forma como nos amó nuestro Señor Jesucristo.

Que, al contemplarlo, descienda a nosotros el Don del Espíritu Santo infundiéndonos sus siete Sagrados Dones, logrando así la unidad tan deseada por nuestro Señor Jesucristo a todos los estados de vida y avive en nosotros el compromiso de vivir el Sacramento del Bautismo y con fuerza los Sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía dentro de nuestra Santa Iglesia Católica.

Amén.